¿SABES QUE ES EL OJUSHTE?
Es un árbol que mide aproximadamente 40 metros de altura y que puede perdurar hasta 300 años, da un fruto del cual se obtienen una semilla que contienen grandes nutrientes y vitaminas por eso completa y a la vez permite crear una gran variedad de alimentos. El ojushte es nativo de América Central fue importante en la dieta de los mayas debido a su similitud con el maíz y arroz por lo cual durante los tiempos de escasez del maíz, «nuestros ancestros» cosechaban y utilizaban esta semilla para poder alimentar a sus familias. Así podían mantener su alimentación sin generar tantos problemas si no había maíz, podía hacerse una tortilla de ojushte o un tamal de esta semilla.
Alba Contreras, Guarda-Recurso del MARN y miembro representante de Projushte, comenta que en el año 2007 fue a un taller sobre el ojushte y fue ahí donde conoció del tema. “Luego (de venir del taller) vinimos a la comunidad Plan de Amayo y ahí yo tenía una abuelita de noventa que nos contó que en años anteriores (1936-1947) cuando hubo una hambruna en El Salvador la gente se peleaba por el ojushte” menciona Alba. Hubo una plaga que acabo con todos los cultivos de frijol y maíz y el ojushte sirvió como reemplazo de estos granos básicos en ese momento de escasez.
El cultivo, consumo y cocimiento histórico del ojushte se pierde poco a poco en el país. No hay interés por parte de la población en conocer las raíces indígenas de su propia cultura. No obstante, en El Salvador ya existen grupos de emprendedores que están trabajando con la semilla de ojushte como las cooperativas de mujeres Projushte y Manaojushte, la primera localizada en el cantón Plan de Amayo, Caluco y la segunda en el cantón San Isidro, Izalco, ambas ciudades pertenecen al departamento de Sonsonate. Ellas se encargan de preservar el árbol de ojushte, recoger el fruto, procesar la semilla para convertirla en polvo y elaborar distintos platos.
En la actualidad todavía hay árboles de ojushte que se han preservado de la deforestación que existe, San Isidro y Plan de Amayo resguardan cientos de árboles de ojushte; esto no significa que el ojushte sea un fruto conocido en el país. Debido a la falta de información y culturización, no es distribuido comercialmente en todos los supermercados o usado para alimentos de restaurante. A pesar de ello, hay personas como Alba que quieren hacer que el ojushte se dé a conocer, pues creen que se puede aprovechar esta semilla milenaria.
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